Redacción Yarnaldo Tovar . Caracas
La ciudadana Escarlen Josefina Gorrín Bravo denunció persecución y hostigamiento por parte de miembros del colectivo chavista Tupamaro, en represalia por formar parte del equipo del dirigente político José Manuel Olivares, excandidato a la Gobernación de La Guaira.
Narra Gorrín que para el año 2021 decidió apoyar la campaña electoral como coordinadora del padrón electoral del centro de votación Liceo Bolivariano Cacique Naiguatá parroquia Naiguatá, del estado La Guaira a favor de Olivares, incluso colocó su vivienda como centro de estrategia y distribución de logística, a cuyo sitio "llegaron seis sujetos afectos al régimen madurista claramente armados, los mismos descendieron al frente de nuestro centro de logística pretendiendo entrar a la vivienda donde teníamos todo el plan estratégico... eso generó una gran tensión y tuve como responsable del centro y dueña de la vivienda que enfrentarlos junto a los compañeros le hicimos frente y no permitimos que entraran".
Seguidamente relata que se registró una fuerte discusión, tras lo cual recibió agresión física por parte de uno de los miembros del colectivo, quien escupió su rostro y le propinó una contundente amenaza de muerte.
Esta situación se presentó, de acuerdo con el relato de Gorrín, frente a funcionarios policiales, quienes con indolencia y faltando a la ética del servicio policial, no se involucraron y desestimaron el hecho como una riña entre partidarios de distintas tendencias políticas.
Comentó la víctima que días después, "comencé a notar que un vehículo camioneta, color blanco, con vidrios ahumado sin placa de identificación, portando solo un cartón adelante que decía uso oficial, me perseguía, en varias ocasiones lo veía frente a mi vivienda, en mi lugar de trabajo, en una oportunidad logré mirar que debajo del vehículo se ocultaba un sujeto, con quien sostuve la discusión, al notar que lo había visto, él y sus acompañantes se montaron en el vehículo y se marcharon".
La ciudadana aseguró que estos episodios de persecución y acoso, se han repetido en múltiples oportunidades, a los cuales se suman llamadas telefónicas anónimas, en clara amenaza contra su integridad física y psicológica.