A un mes del deslave de Las Tejerías, afectados aún viven entre escombros y sin servicios públicos
A un mes del deslave que afectó a más de 20 comunidades en Las Tejerías, en el estado Aragua, los afectados aún viven entre los escombros que un día fueron sus hogares y una gran parte de ellos sigue sin acceso a servicios públicos como electricidad y agua.
La mayoría de los vecinos tampoco ha recibido una respuesta oportuna sobre las reubicaciones, pese a que autoridades del Estado han asegurado que al menos 21 familias recibieron casas en otros estados del país.
Los afectados permanecen de momento habitando en las ruinas de sus casas, en refugios o en casas de familiares y amigos que les han prestado su colaboración.
“No es fácil vivir todo esto, si nos vamos a un refugio se van a meter en casa”, dijo Betsy García, una vecina afectada, en declaraciones para VPITV.
Nicolás Maduro confirmó, pocos días después de la tragedia, que un total de 757 viviendas resultaron afectadas, de las cuales 317 fueron tapiadas por los sedimentos y otras 123 estaban en zonas de riesgo. La ONG Cáritas Venezuela contabilizó al menos 1.400 familias perjudicadas.
El deslave cambió por completo las vidas de los habitantes de Las Tejerías. Hoy día deben adaptarse a cocinar con leña, usar velas ante la falta de electricidad o cargar agua desde lugares remotos. Muchos también perdieron sus trabajos y actualmente sobreviven gracias a las donaciones y colaboraciones de allegados.
«Fuimos sorprendidos. Teníamos muchos planes y desde ese momento nos hemos quedado prácticamente en la calle. No tenemos fuentes de trabajo. Cada vez que nos paramos nos acordamos de nuestros familiares que se fueron y no pudimos hacer nada para ayudarlos», manifestó a VPITV Reinaldo González, vecino de la comunidad.
Las marcas de pantano han quedado grabadas en las paredes de casi todas las comunidades de Las Tejerías. En algunas zonas aún permanecen viviendas tapiadas, y muchos escombros aún no han sido retirados, pese a que las labores de limpieza continúan.
En el casco central del pueblo permanece la militarización, aunque el número de funcionarios presentes se ha reducido considerablemente. También fue habilitado el paso normal de vehículos hacia la zona.
La tierra y el polvo se han vuelto parte del día a día de los vecinos, lo que les ha ocasionado problemas de salud. Muchos presentan resequedad y afecciones de la piel, mientras que otros muestras síntomas de enfermedades respiratorias como tos y congestión nasal.
Freddy Lujano, presidente de la Cámara de Industriales dijo, en una entrevista para Unión Radio, que al menos 34 de las 75 empresas que ubicadas en la zona industrial de Las Tejerías resultaron perjudicadas.
8 personas siguen desaparecidas
En el último balance de la administración de Maduro, presentado hace tres semanas, se informó que el número de desaparecidos bajó de 11 a 8, y hasta este miércoles 9 de noviembre la cifra permanece igual.
Luz Marina Piña, sobrina de una de las mujeres desaparecidas en el deslave, aseguró a EFE que su tía no ha sido encontrada y que las labores de búsqueda fueron suspendidas hace varios días, una información que no ha sido confirmada por las autoridades.
Piña señaló que bomberos y trabajadores de Protección Civil le notificaron que la búsqueda había cesado debido al tiempo transcurrido desde que estas personas fueron arrastradas por las quebradas desbordadas.
La tragedia ocurrida el pasado 8 de octubre dejó un total de 54 muertos, según cifras oficiales. Sin embargo, los lugareños aseguran que el número de fallecidos es mucho mayor.
Las carpas de cuerpos de seguridad y rescatistas siguen armadas en la plaza del pueblo. Allí también está ubicada la Iglesia Católica, que desde el pasado 30 de octubre comenzó a ofrecer misas nuevamente.
Muchos de los habitantes de la comunidad han recurrido a la religión como refugio para superar la tragedia, que en algunos casos no les permite conciliar el sueño por el pesar de la pérdida de familiares y seres queridos.
Despliegue de ayuda humanitaria
El Estado desplegó a más 6.000 personas para atender a los afectados de Las Tejerías, declarada zona de catástrofe, y en las últimas cuatro semanas ha entregado cientos de toneladas de ayuda humanitaria con apoyo de organizaciones no gubernamentales y agencias de las Naciones Unidas.
Iglesias y la sociedad civil también prestaron ayuda a los afectados por el deslave.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) informó que contribuyó con el regreso a clases en Las Tejerías, tras la inundación, brindando capacitación y contención psicosocial para 357 docentes de 24 escuelas de la localidad.
Además, Unicef también entregó insumos pedagógicos, de agua, higiene y saneamiento, nutrición y salud.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) realizó el pasado 13 de octubre el envío de medicamentos y material de curación para 5.000 personas al almacén central de epidemiología del Ministerio de Salud (MPPS). También donaron un total de 10.000 purificadoras de agua.
Asimismo, el Banco de Desarrollo de América Latina-CAF anunció en octubre la entrega de 250.000 dólares a Venezuela para atender los daños causados por el deslave.
El lunes se dio a conocer que el gobierno argentino donó miles de pastillas potabilizadoras de agua a Venezuela para ser usadas en la localidad de Tejerías.
Mientras la Cancillería venezolana publicó una nota en la que cifró en 20.000 la cantidad de pastillas donadas, la Embajada argentina aseguró a través de Twitter que fueron 200.000 las unidades entregadas a las autoridades del país.