El Bayern Múnich ganó el undécimo título consecutivo de Bundesliga mientras que el Borussia Dortmund desperdició una oportunidad de oro para romper esa hegemonía
(CNN) -- El Borussia Dortmund desperdició una oportunidad de oro para convertirse en campeón de la Bundesliga y romper el reinado de una década del Bayern Múnich como poseedor del título: empató 2-2 en casa ante el Mainz mientras que el Bayern venció al Köln 2-1 en uno de los finales de temporada más emocionantes de los últimos años.
Antes del último día, el título estaba al alcance del Dortmund: tenía una ventaja de dos puntos sobre el Bayern en la parte superior de la tabla, tenía la ventaja de jugar en casa para su último partido e incluso se había planeado un desfile.
El Bayern Múnich no dependía de sí mismo ya que requería una victoria y tenía que esperar una derrota o un empate del Dortmund, que podía salir campeón incluso perdiendo si el Bayern perdía o empataba.
Y con solo un minuto restante del tiempo reglamentario, el Dortmund estaba listo para ser coronado campeón. Aunque perdía 2-1 en su propio partido contra Mainz, el Bayern había concedido el empate en el minuto 81 contra Köln, poniendo al Dortmund un punto por delante en la tabla.
Cuando la noticia del gol de Köln se filtró en Signal Iduna Park, la multitud estalló en un delirio momentáneo, mientras los fanáticos vitoreaban y se abrazaban. Después de todo, solo quedaban nueve minutos del tiempo reglamentario y cada golpe de los tambores en el estadio acercaba al Dortmund un segundo más a su primer título desde 2012.
Pero la euforia tentativa de los fanáticos fue fugaz, aplastada ocho minutos después cuando Jamal Musiala metió el balón en la red, restaurando la ventaja del Bayern en el minuto 89.
Quedaban cinco minutos de descuento y todavía había tiempo para otra vuelta de tuerca. El gol de Nicklas Sule hizo el 2-2 en el último minuto posible y el Dortmund siguió presionando.
El silbato final sonó poco después, sin embargo, y los jugadores de Dortmund se desplomaron en el suelo, lamentando un título que, de alguna manera, se les escapó de los dedos de la manera más agonizante.
A su alrededor, el estadio cayó en un silencio atónito, mientras los fanáticos intentaban comprender lo que habían visto. Aplaudieron al entrenador Edin Terzić, un fanático del Dortmund desde la infancia, que se paró frente a ellos llorando.
En toda Alemania, en Colonia, los aficionados viajeros del Bayern celebraron con su equipo el levantamiento de la Meisterschale.