Desde las oficinas de la tolda naranja en Caracas, el líder barinés de 47 años se muestra sereno, comedido y conciliador. Consciente de que «el llanero es del tamaño del compromiso que se le presente», asume el reto de sumarse a la carrera primaria que, a su juicio, le permitirá a todos los contrincantes opositores «entender cómo abordar la problemática venezolana en este momento, desde lo humano, lo social e, inclusive, lo científico»
(Caracas, jun 4/EN).- El triunfo de Barinas el 9 de enero de 2022, la última victoria real que tuvo la oposición desde 2015, es la carta de presentación con la que Freddy Superlano, precandidato presidencial de Voluntad Popular, aspira ganar la primaria opositora y convertirse en el próximo líder que guíe al país de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
Hoy, al representar la esperanza política de un partido cuyos principales líderes se han visto condenados al exilio, Freddy Superlano considera que la frase «El hombre y sus circunstancias», en su caso, «encajan a la perfección».
«Hasta hace poco era un dirigente político regional. Después de los hechos de Barinas empecé a asumir una responsabilidad dentro de Voluntad Popular a partir del año 2022 y, con lo que sucedió con Juan (Guaidó), ahora asumimos esta responsabilidad», dice con humildad en entrevista con El Nacional.
Desde las oficinas de la tolda naranja en Caracas, el líder barinés de 47 años se muestra sereno, comedido y conciliador. Consciente de que «el llanero es del tamaño del compromiso que se le presente», asume este reto que, a su juicio, le permitirá a todos los contrincantes opositores «entender cómo abordar la problemática venezolana en este momento, desde lo humano, lo social e, inclusive, lo científico».
Oposición variopinta
Para Freddy Superlano, la primaria de la oposición, a celebrarse el próximo 22 de octubre, es una «herramienta que va a agitar la conciencia del ciudadano». Además, indica, va a alinear a la dirigencia opositora para enfrentar la mayor exigencia que tienen; que es organizarse, movilizarse y defender el voto cuando se enfrente al chavismo en las venideras elecciones presidenciales.
Afirma que este hecho político «va a trascender más allá de la escogencia de un candidato», puesto que, de cara al 2024, quien resulte electo en la primaria va a representar «la esperanza de cambio de la gran mayoría de los venezolanos».
Aunque «lo variopinta de la oposición» -que actualmente cuenta con al menos 11 precandidatos presidenciales- pueda percibirse «como una debilidad», el dirigente de VP estima que es «una fortaleza».
Resalta la importancia de que los distintos candidatos recorran el país, nutriendo el discurso y la narrativa, elaborando propuestas y presentando su oferta electoral, para que se vuelva a «agitar de nuevo la esperanza» y se conecte, de alguna manera, con esa población que hoy se muestra apática.
«Hoy en día todavía la sociedad venezolana, la gran mayoría, no está involucrada dentro de este proceso de escogencia de candidatos de los factores de oposición», reconoce.
Voto castigo
No obstante, el dirigente político sostiene que el 82% del país que hoy rechaza al gobierno de Nicolás Maduro y sus seguidores ya no compran el discurso de «rodilla en tierra» ni el de «restearse con hambre y desempleo».
«Hay un pequeño grupo que continúa aprovechándose del sacrificio de grandes masas que en algún momento creyeron en una oferta del país que le hicieron, que se hicieron la esperanza en ver una Venezuela distinta a la que habían vivido, tal vez, y lo que han visto durante 23 años es como una pequeña cúpula se sigue usufructuando del sacrificio de otro«, señala.
Por este motivo, considera, esa mayoría que ya no cree en los llamados gubernamentales «se lo va a cobrar» en las próximas elecciones. Un ejemplo, menciona, es que muchos oficialistas votaron por él el 21 de noviembre de 2021 y por Sergio Garrido, actual gobernador de Barinas, el 9 de enero de 2022.
«Yo no creo que la gran mayoría le esté comprando el discurso porque no es creíble ese llamado a un sacrificio, cuando la verdad es que los hijos de esa cúpula gobernante si salen del país es para estudiar, por ofertas de trabajo o de negocios, no como los nuestros que salen por necesidades distintas. Ya no se lo creen y se lo van a cobrar en el momento que tengan una elección«, asevera.