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Este viernes ha iniciado una rebelión militar en Rusia contra el gobierno del presidente 𝗩𝗹𝗮𝗱𝗶𝗺𝗶𝗿 𝗣𝘂𝘁𝗶𝗻.
El líder del grupo Wagner, 𝗬𝗲𝘃𝗴𝘂𝗲𝗻𝗶 𝗣𝗿𝗶𝗴𝗼𝘇𝗵𝗶𝗻 es un antiguo aliado de Putin, quien ha acusado al ejercito ruso de haber asesinado a 2.000 de sus hombres en territorio ucraniano, los cuales se encontraban en un campamento en el momento en que fueron bombardeados con misiles, lanzados por ordenes del Ministro de Defensa de Rusia.
Ante esta situación, 𝗣𝗿𝗶𝗴𝗼𝘇𝗵𝗶𝗻 consideró al alto funcionario, así como al máximo general del Kremlin de incompetentes, asegurándoles que ejercerán venganza.
Aseguró contar con 25.000 hombres, con los que afirmó entrará a territorio ruso a fin de vengar y llevar hasta las últimas consecuencias el suceso registrado en territorio ucraniano.
A esta hora, la sede de gobierno en Moscú y el Ministerio de Defensa se encuentran altamente custodiadas por temor a ataques de los rebeldes. Tanques y otros vehículos de guerra se dejan apreciar en algunas calles de la capital, para reforzar la seguridad en la zona. Mientras que en regiones como Rostov, a 500 kilometros de Moscú, se enfrentan mercenarios del 𝗚𝗿𝘂𝗽𝗼 𝗪𝗮𝗴𝗻𝗲𝗿 y 𝗹𝗮𝘀 𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗮𝘀 𝗮𝗿𝗺𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗿𝘂𝘀𝗮𝘀 𝗮𝘂𝗻 𝗹𝗲𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗮𝗹 𝗞𝗿𝗲𝗺𝗹𝗶𝗻.
Por otra parte, el Ministro de la Defensa ruso ha catalogado las declaraciones de 𝗬𝗲𝘃𝗴𝘂𝗲𝗻𝗶 𝗣𝗿𝗶𝗴𝗼𝘇𝗵𝗶𝗻 como "provocaciones", mientras que el Servicio de Seguridad de Rusia acusa a este hombre de "𝗹𝗶𝗱𝗲𝗿𝗮𝗿 𝘂𝗻 𝗮𝗺𝗼𝘁𝗶𝗻𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗮𝗿𝗺𝗮𝗱𝗼" por lo que se ha ordenado su arresto.
El 𝗚𝗿𝘂𝗽𝗼 𝗪𝗮𝗴𝗻𝗲𝗿, es una asociación de mercenarios los cuales fueron contratados por Rusia para ayudar a invadir Ucrania. Estos, son quienes hoy le declaran la guerra al Kremlin y han prometido ejercer venganza.
Mucha tensión en Rusia, lo que actualmente ocurre en este país es inédito en su historia.
Esta acción parece indicar desacuerdos profundos y crecientes tensiones entre las diferentes fracciones rusas que operaban en Ucrania.
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