Cuenta Regresiva
Si el Esequibo fuese Gaza
Si el territorio Esequibo estuviera en disputa por Israel, su espesa selva estaría colmada de edificaciones o arrasada por bombardeos constantes, sistemáticos y brutales. Las grandes agencias de prensa no titularían que Israel pretende “apropiarse la Guyana Esequiba con un referéndum”, como hoy día lo hacen, tratando de tergiversar la historia; en la realidad Venezuela reclama el territorio Esequibo demarcado como parte de Colombia. De ninguna forma se disputa la Guyana, sino la zona en reclamación.
Si el Esequibo fuese Gaza y su reclamante Israel, las fronteras de Guyana permanecerían cerradas por vía terrestre, marítima y aérea y su población privada de acceso a tecnología, suministros, comunicaciones, turismo, medicina, incluso ayuda humanitaria, aun cuando la población, en especial los niños y niñas, estuvieran sufriendo por envenenamiento de las armas químicas, la orfandad y el despojo de todos sus hogares y escuelas. No habría barriadas, ni escuelas, ni refugios, ni hospitales a salvo de los bombardeos y Naciones Unidas sería blanco de ataques mientras refugia civiles inocentes.
Si el Esequibo fuese reclamado por Israel, no sería por medio de tribunales competentes, ni laudos arbitrales o sobre el origen territorial de la Capitanía que logró su independencia, simplemente sería arrebatado por la fuerza, sin atender ningún llamado de atención de gobiernos aliados o Naciones Unidas. No habría interlocutores, ni mediadores ni Derecho Internacional y la prensa internacional se pondría del lado de los invasoras y acaudalados colonos que instalarían su capital en el lugar más sagrado de Guyana.
Pero la realidad y el contexto es que el territorio Esequibo es reclamado desde la diplomacia bolivariana, que no es cualquier cosa; es la brillante, altísima y ejemplar diplomacia con la cual el Libertador Simón Bolívar, su ejército y delegados vencieron el colonialismo y conquistaron, no sólo con la valentía y determinación de sus lanzas, la independencia de las colonias españolas, sino con la razón, con el debate de altura que legó para la humanidad una diplomacia en la cual la dignidad de los pueblos se impone, dejando al descubierto y en el pantano de la historia, la diplomacia imperial que levantó naciones y banqueros pisoteando los cuerpos y recursos de africanos, indoamericanos y asiáticos.
El Gobierno Bolivariano de Venezuela llevará a cabo un referéndum para reclamar, como un solo pueblo, el territorio Esequibo, dando otro ejemplo más de dignidad, de razón, de alta diplomacia bolivariana en momentos cuando las mismas Naciones Unidas no logra contener el genocidio en Gaza. En el mismo Israel un referéndum podría consultarles a sus ciudadanos si están en acuerdo con la atrocidad de la guerra o si la cultura milenaria hebrea es capaz de convivir como humanos junto a sus vecinos palestinos.
Joaquín Rondón