Se erigió como el principal artífice del blanqueo sabatino 8-0 de Cardenales de Lara sobre Tigres de Aragua en este encuentro del Round Robin, ganando por quinta vez en sus últimas seis presentaciones
Máximo “Max” Castillo ejerció un dominio casi dictatorial desde la lomita y se erigió como el principal artífice del blanqueo sabatino 8-0 de Cardenales de Lara sobre Tigres de Aragua en un encuentro del Round Robin, correspondiente a la temporada 2023-2024 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP).
Castillo (2-1), finalista al premio José “Carrao” Bracho al Pítcher del Año, laboró 7.0. Innings, admitió tres hits, repartió una base por bolas y propinó cinco ponches para llevarse la victoria en el duelo celebrado en el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, donde los Pájaros Rojos salieron airosos como anfitriones y nivelaron su récord en 5-5 para adueñarse del segundo lugar de la tabla.
Lara, que perdió sus cuatro primeras presentaciones en el Todos Contra Todos, ganó por quinta vez en sus últimas seis presentaciones y empieza a soñar con la posibilidad de avanzar a la Gran Final de la LVBP, a la que no accede desde la campaña 2020-2021, cuando perdió ante Caribes de Anzoátegui.
“Cuando teníamos un saldo de 0-4, nosotros hicimos una reunión y aclaramos que esto no había terminado. Todos acordamos que no había que rendirse y empezamos a ejecutar las pequeñas cosas para conseguir victorias. Por eso nos ha ido tan bien en los últimos juegos”, dijo Castillo a Simpletv.
Aragua, a diferencia de Lara, atraviesa una crisis deportiva. Con una marca de 3-7 es el único colista y cada vez son menores sus opciones de pasar a la etapa cumbre, que no disputa desde la cita 2015-2016 cuando se consagró frente a Navegantes del Magallanes.
Castillo, caraqueño de 24 años de edad, lució como un auténtico economista del pitcheo. Apenas empleó 84 lanzamientos para completar su labor. Mantuvo un gran control, porque contabilizó 56 strikes y apenas 28 bolas. Castillo reveló la clave de su gran performance.
“En esta salida me dediqué a atacar la zona de strike. Ese fue el plan que decidí ejecutar, sin importar el bateador al que enfrentara. Mi intención es seguir mejorando para ayudar al equipo a cumplir sus objetivos”, agregó tras un compromiso de semifinal en el que retiró a los siete primeros cañoneros que retó y pudo completar las entradas uno, dos, cuatro y seis por la vía rápida. Destacó que el resultado favorable obedeció a la buena química que reina en el seno de las aves.
“Hoy (sábado) tanto la ofensiva como la defensiva hicieron un tremendo trabajo. Pienso que eso fue determinante para que pudiera permanecer un largo rato en el montículo. Gracias a Dios, pudimos ganar y eso me pone muy contento”, añadió el serpentinero que concretó una salida de calidad y sólo experimentó un momento de apremio en el séptimo acto.
Después de guillotinar al patrullero derecho Leobaldo Cabrera, recibió un incogible del camarero Alexi Amarista y luego retiró por la vía de los tres strikes al toletero designado José “Cafecito” Martínez, para colocar el tramo en dos outs. Más tarde, caminó al leftfielder José Pirela y eso dejó a Amarista en posición anotadora. Conjuró el peligro al dominar al dominicano Yermín Mercedes, defensor del primer cojín, con un manso elevado al shortstop Palacios, para culminar su desempeño, digno de un as. Mercedes fue el último de los 24 paleadores que enfrentó en una velada en la que dominó a 10 de ellos con rodados y a otros cuatro con elevados inofensivos.
“Le dedico esta victoria a mi familia que siempre me apoyó. Vamos a buscar más éxitos en esta fase”, indicó el diestro con experiencia en la Major League Baseball (MLB), que tuvo a un par de aliados en el Nido: el intermedista Ildemaro Vargas y el primera base cubano Rangel Ravelo, quienes se combinaron para producir seis de las ocho anotaciones de los emplumados. Su cuenta la inauguró el rightfielder Hernán Pérez con un sencillo en el primer capítulo, que le dio acceso al plato al leftfielder Jecksson Flores, cuando había dos outs (1-0).
Luego, en el segundo tramo con un retirado, Vargas pegó un elevado de sacrificio al bosque central para ampliar la diferencia a 2-0. Juniel Querecuto, vigilante de la esquina caliente, aprovechó su fly para tocar la registradora.
Fuente: LVBP