El candidato a las presidenciales señaló que la bandera política que define su proyecto es la reconciliación. “No todos en el gobierno son malos, ni todos en la oposición son buenos", agregó
"Las necesidades que tiene Venezuela no son encarnadas por la política tradicional", así lo afirmó Benjamín Rausseo “El Conde”, en entrevista con la revista Forbes.
El candidato a la presidencia señaló que “Venezuela no necesita un político tradicional. Lo que este país necesita ahora es una persona que pueda unir a un pueblo verdaderamente dividido, no un grupo de políticos divididos”.
“Tengo la capacidad de unir a nuestro pueblo bajo un proyecto común, precisamente porque no he sido un político tradicional involucrado en este conflicto de 25 años”, dijo.
Respecto a la supuesta imposibilidad de sostener la gobernabilidad del país frente a una eventual derrota del chavismo, señaló que quienes sostienen que esto no es posible lo hacen “para que todos den un paso atrás”.
“Nuestro primer paso será garantizar la estabilidad política. Por eso queremos incluir a todos en nuestro proceso, a todos los colores políticos. La estabilidad política depende, en primer lugar, de un espíritu de compromiso nacional para la reconciliación, para el cual el país está preparado, y de una relación transparente con las Fuerzas Armadas que puede definirse con dos palabras: respeto y Constitución, que se pueden resumir en un solo concepto: respeto para la Constitución. Estamos convencidos de que tanto el pueblo como las Fuerzas Armadas están preparados para ello”, explicó.
Agregó que es necesario el entendimiento entre quienes quieren que Venezuela avance y sentenció: “No todos en el gobierno son malos, ni todos en la oposición son buenos. Esa es la bandera política que define nuestro proyecto: la reconciliación, la reunificación del país. Sin odio, represalias, persecución o venganza”.
“Estamos luchando contra un grupo de personas que llevan 25 años en el poder, están acostumbrados y no quieren abandonarlo. Sin embargo, creo que con una votación masiva nuestra victoria y nuestro cambio serán irreversibles. Yo digo que tiene que ser una votación masiva para que no haya dudas de que el resultado es el que quería el pueblo, para que la comunidad internacional pueda reconocerlo”, enfatizó.
Al ser escrutado por su abandono de las primarias Rausseo, explicó que desde el principio apoyó el proceso el cual pensó sería como una primera vuelta, como lo que hacen en Argentina. “Pensamos que sería una consulta amplia, que abarcaría a todo el país. Esto habría tenido que ser organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que habría garantizado que también escucháramos la opinión de la gente de los barrios y de los pueblos más remotos. En tal votación, el candidato ganador realmente tendría legitimidad y nos representaría a todos. Pero a la hora de la verdad, resultó evidente que se trataba simplemente de un voto para una facción de la oposición, una coalición de partidos políticos tradicionales organizada como la MUD, la Mesa de la Unidad Democrática”.
Sobre la acusación de ser un factor que divide el voto opositor señaló que “la mayoría de los venezolanos están muy decepcionados con ambos bandos políticos; cualquier encuesta confiable lo verifica. La mayoría de los venezolanos quiere un país diferente, anhela una nueva alternativa, que nuestro proyecto representa. Nuestro pueblo tiene derecho a promover un proyecto independiente”.
“Algunos quieren decir que estoy dividiendo el voto. ¿Pero a quiénes les estoy tomando los votos? La campaña presidencial está por comenzar y en el camino veremos, no solo quién está realmente dividiendo los votos de quién, sino también qué candidato tiene la mayor capacidad para unir al pueblo independientemente de su facción política”, dijo el candidato.
Nota de Prensa