El Sumo Pontífice aseguró que vivimos inmersos en productos hechos por el hombre que nos hacen perder el asombro ante la belleza que nos rodea, sin embargo, añadió que "la creación nos invita a ser creadores de belleza a su vez"
Casi sin tiempo para parar, el Papa Francisco se subió a una embarcación para llegar al encuentro que tenía previsto con los jóvenes tras verse, a primera hora de la mañana con reclusas y artistas en la prisión de Giudecca.
"Hoy estamos aquí para esto: para redescubrir en el Señor la belleza que somos y para alegrarnos en el nombre de Jesús, el Dios joven que ama a los jóvenes y que siempre sorprende. Nuestro Dios siempre nos sorprende. ¿Entendieron? Es muy importante estar preparados para las sorpresas de Dios", así comenzó su hermoso discurso en la plaza de la basílica de Santa María de la Salud.
Por eso los invité a ir a contracorriente, a levantarse y tomar la propia vida e implicarse: "Apaga la tele y abre el Evangelio. ¡Deja el celular y sal al encuentro de la gente! El celular es muy útil para comunicarse, es útil, pero cuidado cuando te impide conocer gente. Usar el celular está bien, ¡pero conocer gente! Ya sabes lo que es un abrazo, un apretón de manos: gente".
Para el Pontífice, vivimos inmersos en productos hechos por el hombre que nos hacen perder el asombro ante la belleza que nos rodea, pero, añadió que, "la creación nos invita a ser creadores de belleza a su vez". "No lo olviden: sean creadores de belleza y hagan algo que antes no existía", dijo.
Finalmente, Francisco manifestó: "Joven que quieres tomar las riendas de tu vida, ¡levántate! Abre tu corazón a Dios, dale gracias, abraza la belleza que eres; enamórate de tu vida. Y luego, ¡adelante! ¡Levántate, enamórate y vete! Sal, camina con los demás, busca a los solitarios, colorea el mundo con tu creatividad, pinta las calles de la vida con el Evangelio".
Fuente: Ecclesia