*Ambos sucesos, que causaron conmoción en esa localidad, ocurrieron uno tras otro, avanzada la noche de este lunes, en lo que para las autoridades policiales fue resultado de un conflicto pasional que la pareja vivía hace tiempo y que esa noche tuvo su fatal desenlace con la vida de Josefa Guiza Angulo, madre de 43 años, y de su marido, Wilmer Antonio Contreras Contreras, cuyos nombres retumban en el municipio Sucre debido a este escandaloso caso que asombra hasta los más expertos sabuesos policiales.
César Villamizar Trejo.- Un sujeto de 45 años de edad asesinó a cuchilladas a su mujer para luego escapar en su motocicleta, en la que minutos luego perdiera la vida al colisionar con un camión cargado de verduras, en hechos registrados en el barrio Nueva República de las Reservas de Ticoporo, y en la troncal 5,a la altura de Macagual, Mirí, municipio Sucre, respectivamente.
Ambos sucesos, que causaron conmoción en esa localidad, ocurrieron avanzada la noche de este lunes, en lo que para las autoridades policiales fue resultado de un conflicto pasional que la pareja vivía hace tiempo y que esa noche tuvo su fatal desenlace con la vida de Josefa Guiza Angulo, madre de 43 años, y de su marido, Wilmer Antonio Contreras Contreras, cuyos nombres retumban en el municipio Sucre debido a este escandaloso caso que asombra hasta los más expertos sabuesos policiales.
Celos endemoniados
La discusión se prolongó más de lo común y hasta se fueron de las manos. Ella, sin las mismas fuerzas de él, pudo defenderse, pero él no sólo tenía más resistencia y poder físico, sino que se apoderó de un filoso cuchillo. Fue cuando la muerte llegó para cargar con Josefa Guiza Angulo, madre de 43 años, quien no aguantó las varias cuchilladas que Wilmer Contreras Contreras, su marido, endemoniado, le propinó sin compasión.
Así fue el sangriento final de la confrontación que la mujer sostuvo con el hombre con el que vivió algunos años en el barrio Nueva República, en las Reservas de Ticoporo, municipio Antonio José de Sucre, donde la pareja era conocida no sólo por ser trabajadora y emprendedor, sino por los constantes conflictos que protagonizaban de vez en cuando.
«Yo escuché que peleaban nuevamente, pero nadie se metió. De repente, escuché gritos desgarradores de Josefa, pero no pensé que era que su marido la estaba acuchillando. Algunos vecinos vieron cuando su marido salía corriendo de la casa, con sangre en sus ropas», refirió una de las habitantes del referido barrio.
El cuerpo sin vida de Josefa quedó tendido sobre el piso de la pequeña sala de la casa donde vivió con el hombre que la noche del lunes le quitó la vida de una manera tan violenta.
Entre gentío, gritos y expresiones de asombro, una comisión del Cuerpo de Policía del estado Barinas de la estación policial del municipio Sucre se presentó en el lugar para poner orden y acordonar la escena del crimen.
Seguidamente, bomberos de ese municipio arribaron con urgencia y trataron de salvar a la mujer de 43 años, pero los daños causados por el pase de las heridas punzo penetrantes eran demasiados y su vida se apagó en pocos minutos.
Un charco de sangre que se extendía por la sala rodeaba el cadáver de la madre, mientras parientes de ella, vecinos y allegados arribaban paulatinamente al lugar.
El feminicidia, Wilmer Contreras Contreras, escapó del lugar a toda carrera a bordo de su motocicleta.
Suicidio en carretera?
Al cabo de varios minutos, el enloquecido hombre, a sabiendas que le esperaba un infierno, prefirió conducir su máquina, Emípre, modelo Owen,, 150, color negro, a toda velocidad, sin control alguno, sin frenar por nada.
Al parecer, la intención de Contreras Contreras, desde que salió despavorido de su casa tras haber dado muerte a su mujer a cuchilladas, fue buscar su propia tragedia a como diera lugar.
Y lo logró sin inconvenientes. Cuando tripulaba por la troncal cinco, a la altura del caserío Macagual, de Mirí, municipio Sucre, vio a lo lejos las luces de un camión NPR, color blanco, cargado de frutas y verduras. Pensó que aquella era la ocasión de despedirse de este mundo. Se había trazado su propia sentencia. Era el momento. Tenía el valor en medio de un intenso dolor que lo destrozaba con voracidad.
Aceleró la motocicleta, invadió el canal por donde transitaba la pesada unidad e impactó. La muerte estaba más que segura.
Al decir de voceros policiales de la zona, Wilmer Antonio Contreras Contreras cometió un suicidio al impactar de frente con el camión, cuyo conductor, Daniel Antonio Sánchez Pérez, no pudo evitar, debido a la rapidez en que ocurrió.
La fatalidad conjugada con la pasión cobraron dos vidas. Una mujer emprendedora y madre y la de su marido, un hombre que, en minutos, cometió dos locuras: matar a su concubina a cuchilladas para después matarse al colisionar frontalmente con un camión. La conmoción y el escándalo se apoderó del municipio Sucre.-